AUTOESTIMA:
NUESTRO TESORO INTERIOR
La autoestima es el amor que nos asignamos
como personas, aceptando nuestras virtudes y defectos, es el amor que nos tenemos a nosotros
mismos sin ser egocentristas o narcisistas.
Las personas que han alcanzado a desarrollar una alta
valoración, aceptación y respeto a sí mismas tienen una autoestima más alta que
aquellas que no han logrado esta meta. Sin embargo hay que saber diferenciarla
del narcisismo; Erich From en su obra, el miedo a la libertad describe: “El
narcisismo al igual que el egoísmo, no es más que una sobrecompensación por la
carencia básica de amor a uno mismo”.
Las deficiencias en la autoestima generalmente comienza
sin darnos cuenta en las etiquetas negativas que recibimos desde la infancia,
por supuesto las traducimos en desventajas reales: “uso lentes”, “soy tonto”, “me
siento feo”, “no tengo dinero”, “no soy popular”, “no tengo ropa de marca”...
Por otro lado, se completa con las cosas que: “pienso
de mí mismo, “lo que mis maestros piensan de mí”, “lo que mis amigos piensan de
mí”, “lo que mi familia piensa de mí”, “lo que la sociedad piensa de mi” y “lo
que considero me hace falta en la vida para ser completamente feliz y sentirme
completo.
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